Peinado Tradicional Valenciano
Trenzas listas para usar para el peinado tradicional de fallera. Acabado natural, disponibles en varios colores.
Las trenzas falleras son una pieza clave del peinado tradicional valenciano. Se utilizan tanto para dar estructura al moño trasero como para embellecer y rematar el conjunto, manteniendo la estética clásica del peinado de fallera con un acabado natural y profesional.
En esta categoría encontrarás trenzas falleras de pelo sintético, listas para usar, con grosor uniforme, fáciles de colocar y pensadas para quienes buscan una solución práctica sin renunciar al resultado tradicional.
Pack de 2 trenzas falleras de fibra sintética, hechas a mano, diseñadas para montar el moño trasero tradicional con un acabado uniforme, pulido y profesional.
Ideales para Fallas, ofrendas y actos oficiales. Listas para colocar, sin complicaciones.



Conjunto completo de pelo de fallera en fibra sintética de alta calidad, compuesto por trenzas y rodetes cosidos, listo para montar el peinado tradicional valenciano con un acabado uniforme, seguro y profesional.
Ideal para quienes buscan comodidad, rapidez y resultado impecable sin depender de postizos naturales.

Función | Aportación real al peinado de fallera |
Construcción del moño trasero | Las trenzas se enrollan y modelan manualmente para crear el moño trasero desde cero |
Control del volumen | Permiten ajustar el tamaño, grosor y proporción del moño según el peinado y el traje |
Estabilidad y sujeción | Proporcionan una estructura firme para que el moño mantenga su forma durante toda la jornada |
Acabado limpio y profesional | Ocultan fijaciones internas, empalmes y refuerzos, logrando un resultado pulido |
Respeto a la tradición | Técnica clásica del peinado tradicional valenciano, utilizada históricamente en falleras |




Aspecto | Pelo sintético | Pelo natural |
Uniformidad | Muy alta y constante | Variable según el cabello |
Estabilidad del color | Color estable en cada uso | Puede variar con el tiempo y el producto |
Peso | Más ligero y manejable | Algo más pesado |
Mantenimiento | Bajo, sin cuidados complejos | Alto, requiere más atención |
Facilidad de uso | Rápida colocación y control | Mayor dependencia de la técnica |
Uso recomendado | Falleras, actos oficiales, uso repetido | Peinados muy personalizados |
Resultado final | Profesional, limpio y controlado | Natural, con mayor variabilidad |
Guía explicativa del proceso tradicional completo para montar el moño trasero de fallera, desde la preparación del cabello hasta el acabado final.
Ideal tanto para quienes se inician como para entender cómo se construye el peinado clásico valenciano.
Antes de empezar, el cabello debe estar perfectamente controlado.
Aplica gomina o ice gel para conseguir un acabado pulido y sin encrespamiento.
Cepilla todo el cabello hacia atrás, eliminando remolinos, rayas no deseadas y cabellos sueltos.
El objetivo es crear una base limpia y uniforme, fundamental para que el moño quede estable y bien definido.
👉 Un mal pulido inicial compromete todo el peinado.
La estructura empieza con una división correcta.
Traza una raya central desde el frontal hasta el parietal.
Realiza dos rayas laterales desde el parietal hasta justo detrás de las orejas.
Las secciones frontales se reservan exclusivamente para las ondas laterales tradicionales.
👉 Estas divisiones aseguran simetría y proporción en el resultado final.
Las ondas son una de las señas de identidad del peinado.
Aplica gomina en las secciones delanteras.
Marca las ondas con peine fino, siguiendo el patrón clásico.
Sujeta cada onda con pinzas, dejándolas asentarse mientras se trabaja el moño trasero.
👉 No se terminan ahora: solo se preparan.
Aquí se define la posición del moño.
Recoge el resto del cabello en una coleta tirante.
Colócala a la altura del hueso occipital (ni muy alta ni demasiado baja).
Asegura la coleta con una goma resistente, bien firme.
👉 La altura correcta marca la elegancia del peinado.
Las agujas son el eje estructural del moño.
Inserta la aguja principal o espada atravesando la coleta.
Debe quedar situada uno o dos dedos por encima de la goma, perfectamente centrada.
Si el volumen lo requiere, añade agujas auxiliares para reforzar la base.
👉 Una mala colocación aquí provoca moños caídos o deformados.
Este es el corazón del peinado tradicional.
Si el cabello es corto o insuficiente, se utilizan trenzas postizas o malla de pelo.
Enrolla el cabello o las trenzas alrededor de las agujas, formando la clásica figura del “ocho”.
Divide el material restante en tres secciones y distribúyelas de forma uniforme.
Ajusta con horquillas curvadas, buscando firmeza, simetría y equilibrio de volumen.
👉 El moño trasero se construye a mano, no se coloca.
Una vez el moño está formado:
Coloca la peineta grande, centrada sobre el moño trasero.
Rodea el moño con las trenzas falleras, ocultando los extremos bajo el propio moño.
Fija todo con horquillas invisibles, sin que se vean sujeciones.
👉 Aquí se integra estructura y estética.
El cierre del peinado es clave para su duración.
Aplica laca de fijación fuerte para asegurar estabilidad durante horas.
Retira las pinzas de las ondas laterales.
Limpia marcas de peine y añade un toque de brillo para un acabado uniforme.
👉 El resultado debe resistir ofrendas, pasacalles y actos oficiales.
Para simplificar el proceso, muchas falleras optan hoy por moños cosidos ya armados:
Se fijan directamente a la coleta natural.
Reducen drásticamente el tiempo de montaje.
Garantizan forma, volumen y estabilidad desde el primer uso.
Ideales para niñas, principiantes o montajes rápidos.
Tradición y practicidad, según cada necesidad.


Cuidado | Recomendación profesional |
Almacenaje | Guardarlas estiradas en caja protectora, evitando pliegues |
Humedad | Mantenerlas en ambientes secos, lejos de humedad |
Calor | No aplicar calor directo (planchas, secadores) |
Limpieza | No lavar salvo indicación específica del fabricante |
Mantenimiento del brillo | Aplicar spray para pelo sintético de forma ocasional |
Las trenzas falleras se utilizan para construir artesanalmente el moño trasero, aportando estructura, volumen y estabilidad al peinado clásico valenciano.
Sirven para ambas cosas. Con las trenzas se forma el moño trasero desde cero, y además se usan para rematar y ocultar sujeciones.
Las trenzas se emplean principalmente en el moño trasero, mientras que los rodetes son los dos moños laterales situados sobre las orejas.
Habitualmente miden entre 55 y 60 cm, una longitud pensada para rodear el moño trasero sin necesidad de cortes ni empalmes.
Las trenzas de relleno, más compactas y consistentes, se utilizan para crear un moño equilibrado y con buena presencia.
Sí. Aunque el material sea sintético, la técnica de montaje es la misma que la tradicional, respetando forma, proporción y acabado.
Ofrece uniformidad, estabilidad de color, menor peso y menos mantenimiento, ideal para actos largos y uso repetido.
Se enganchan a la base de la coleta del moño trasero y se enrollan siguiendo la forma del “ocho”, fijándose con horquillas curvadas.
La cara “buena” de la trenza, donde las ondas forman una V hacia arriba, es la que debe quedar siempre visible.
Sí. Bien conservadas, pueden reutilizarse durante varias temporadas sin perder forma ni brillo.
Deben guardarse estiradas, en caja protectora y alejadas de la humedad para conservar su estructura.
No. Salvo indicación específica, no se recomienda lavarlas, ya que no es necesario para su conservación.
Sí. De hecho, en trajes de huertana son muy habituales las trenzas de relleno para un montaje más rápido y voluminoso.
Sí. Pueden combinarse con moños cosidos para mejorar el acabado o añadir volumen extra si el peinado lo requiere.
Aporta simetría, limpieza visual, estabilidad y fidelidad al peinado tradicional valenciano, clave en actos oficiales y ofrendas.




